Nuevo Régimen Fiscal en las Bahamas
Por: Dieter Deutzman de Wardenclyffe, Inc.
Antes del 1 de enero del año 2015, había una inexistencia sobre los impuestos que gravan cada uno de los intercambios de bienes y servicios directos dentro de la jurisdicción de las Bahamas. Anteriormente, cada uno de los consumidores que fueran a realizar las actividades mencionadas sólo tenían la obligación de realizar el pago de derechos dentro de la aduana con relación a las mercancías importadas dentro de dicha jurisdicción.
Dicho lo anterior, el primero de enero surge la aplicación del Impuesto al Valor Agregado y han con llevado una gran implicación a nuevos desafíos que deslumbra una fuerte falta de normas y leyes para regular la protección del consumidor sobre infracciones dentro de la aplicación de la ley en cuanto al incumplimiento de las mismas, dado que el gobierno tiene una posición post Iva.
Se espera que el nuevo impuesto va a aumentar el costo de vida de cada ciudadano, así como el gestionar una empresa o simplemente a la realización de negocios dentro de las Bahamas. Dentro del entorno económico ha proyectado un gran perjuicio en los años más recientes, es un tema que en lo particular ha perjudicado a los propietarios de los múltiples negocios que actualmente se encuentran establecido dentro de la isla. Antes de la implementación de este régimen fiscal muchos propietarios de negocios tuvieron que decidir por cerrar sus proyectos en lugar de adecuarse al nuevo sistema tributario, a pesar de que el gobierno haya fijado una meta de un crecimiento exponencial y una reducción significativa del desempleo.
Dicho lo anterior, no quiere decir que las Bahamas no tengan un aspecto positivo de inversión por que cabe mencionar, que una de las atracciones más interesantes es una ausencia casi total de impuestos directos (salvo los mencionados al superior). No se aplican impuestos sobre las ganancias de capital, beneficios empresariales, ingresos personales, ventas, dividendos o sobre sucesiones. Esta libertad fiscal está disponible para todas las empresas residentes, sociedades, particulares y fideicomisos.
Los ingresos provienen en su mayoría de derechos arancelarios, impuesto a la propiedad, etc. Hay impuestos sobre importación bastante elevados y casi todo lo adquirido en Las Bahamas es considerablemente más caro que poniendo un ejemplo, Florida, donde la mayoría de los productos comercializados son importados. Un vehículo puede costar un 50% más en las Bahamas que en otros lugares. Los aranceles aduaneros son entre el 55% y el 82% de los valores contables.